lunes, 17 de noviembre de 2014

SÍNTOMAS DE LA DIABETES


Frecuencia en orinar: Sucede porque los riñones necesitan deshacerse lo antes posible del exceso de azúcar en sangre. Las personas con diabetes suelen tener más ganas de orinar durante la noche. 

Hambre inusual: Los ataques de hambre se producen por una baja cantidad de azúcar en la sangre y por la falta de glucosa en las células que no llega por la baja o mala producción de insulina. Entonces, el cuerpo cree que no ha sido alimentado y exige a las células más glucosa de las que ellas necesitan para funcionar. Por ello, tienen que buscar una fuente alternativa para conseguir energía y destruyen las proteínas de los músculos. 

Pérdida de peso: Si una persona pierde entre 5-10 kg en un par de meses sin ningún motivo podría padecer diabetes. Con la pérdida de peso también se puede dañar los riñones, ya que necesitan una gran cantidad de energía para eliminar el exceso de azúcar en sangre, por lo que se produce un déficit de calorías en el cuerpo. 

Sed excesiva: Está relacionado con la frecuencia en ir a orinar porque el cuerpo intenta reponer la cantidad excesiva de líquidos perdidos. Tanto la frecuencia en orinar como la sed excesiva son “trucos” que tiene el cuerpo para controlar el exceso de azúcar en sangre. 

Debilidad, cansancio, irritabilidad y cambios de ánimo: Por la noche aumentan las ganas de ir al baño, por lo que si una persona no duerme y descansa bien porque se tiene que estar levantando continuamente, al día siguiente va a estar cansada. A parte, hay que añadirle el esfuerzo extra que hace el cuerpo para tener compensado en todo momento la deficiencia de glucosa, por lo que el cansancio aumenta. Todo este cansancio hará que la persona esté mucho más irritable. 

Visión borrosa, picazón y entumecimiento en las manos y los pies: La visión borrosa se debe a un problema de refracción. La forma de la lente y el ojo cambian cuando los niveles de glucosa están muy altos. Este síntoma desaparece una vez que los niveles vuelven a estar casi normal o normal, pero si el azúcar en sangre permanece alto durante mucho tiempo, la glucosa puede causar un daño permanente, pudiendo producir ceguera. Por otro lado, el picazón, entumecimiento en las manos y los pies, son también síntomas de que los nervios están siendo dañados por el exceso de azúcar. Son síntomas que pueden ser reversibles, pero si el nivel de glucosa en sangre permanece muy alto durante mucho tiempo, se pueden volver permanentes. 

Infecciones frecuentes en la piel, las encías y la vejiga: Las infecciones en la piel se deben a una mala circulación de la sangre. También se puede producir una acantosis nigricans, que es un oscurecimiento de la piel alrededor del cuello o axila. Debido a la diabetes, es más común que tanto hongos como bacterias se reproduzcan por el ambiente rico en azúcar, sobre todo las mujeres tienen que tener especial cuidado con las infecciones vaginales por el hongo cándidas. La diabetes debilita al cuerpo para luchar contra los gérmenes, por eso, aumenta la probabilidad de desarrollar infecciones en las encías y los huesos que sujetan a los dientes. 

Cicatrización lenta: Cuando un corte, una infección o una contusión no se cura con la suficiente rapidez es un signo claro de diabetes y es más evidente en las personas que ya tienen diagnosticada la enfermedad. Esto sucede porque los vasos sanguíneos están dañados por el alto nivel de glucosa que viaja a través de las venas y las arterias. Esto hace que para la sangre que tiene que llegar a las diferentes partes del cuerpo para facilitar la curación, sea más difícil. 

Otros síntomas: sensación de malestar en el estómago y vómitos, y elevados niveles de azúcar en la sangre y en la orina al hacerse un análisis de orina o de sangre.



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